Este microvideo, el No. 2 de la serie de tres, devela la grave incidencia ambiental derivada de un agro improvisado o ejercido con poco conocimiento. De las estadísticas   FAO publicadas el pasado 20 de diciembre se establece quienes son los productores que hacen uso adecuado de los recursos naturales y quienes no.

Como lo detallamos en el microvideo 1 de esta serie de 3 - ¿HAMBRE en América Latina? Los bajos rendimientos ocasionan impactos ambientales significativos y de mayor proporción en la medida que es menor la productividad.

Graficado el uso del suelo en función de los rendimientos registrados por FAO, podemos advertir que, para cosechar 100 toneladas de:

Arroz: Uruguay destina 11 hectáreas; Estados Unidos y Perú 12; Brasil 14; Argentina, El Salvador y México 15; Chile 16; Nicaragua y Paraguay 17; Costa Rica y República Dominicana 20; Colombia 22; Panamá 23; Ecuador 26; Venezuela 27; Guatemala 28; Bolivia 30; Honduras 32; Cuba 34; Haití 38 hectáreas (casi el cuádruple).

Fríjol: Turquía 37; Canadá 38; Estados Unidos 43; Chile 63; Argentina 72; Perú 72; Colombia 74 (el doble de Turquía y Canadá); Brasil 85; Bolivia 88; República Dominicana 92; Cuba 96; El Salvador 102; México 105; Nicaragua 120; Venezuela y Honduras 124; Costa Rica 136; Guatemala 148; Ecuador 152; Uruguay 158; Paraguay 167; Panamá 220; Haití 324 (Casi 9 veces).

Maíz: Israel 6 hectáreas; Estados Unidos 9; Chile 9; Brasil 17; Argentina  y Paraguay 20; Ecuador, México y Venezuela 23; Colombia 24 (el cuádruple de Israel y 2,6 veces Estados Unidos y Chile); Perú 28; El Salvador y Panamá 33; Bolivia 37; República Dominicana 52; Honduras 53; Costa Rica 54; Guatemala 56; Cuba 59; Nicaragua y Uruguay 71; Haití 130 (22 veces más que Israel y 14 veces más que Chile)

Papa: Estados Unidos, Nueva Zelanda y Canadá 2 hectáreas; Argentina, Brasil, El Salvador, México, Chile y República Dominicana 3; Panamá, Costa Rica, Guatemala, Colombia y Uruguay 4 (el doble de Estados Unidos, Nueva Zelanda y Canadá; Venezuela  5; Nicaragua, Perú y Cuba 6,0; Honduras, Paraguay y Ecuador 7; Haití 8; Bolivia  18 (nueve y media veces más).

Plátano: Guatemala  y República Dominicana 4 hectáreas; Nicaragua 5; El Salvador 7; Honduras 8; Venezuela, Bolivia, Costa Rica y Cuba 9,0; Panamá 10; Colombia 11 (casi el triple de Guatemala y República Dominicana); Ecuador 14; Haití 15 ( el cuádruple).

Tomate: Países Bajos 0,2 (la quinta parte de una hectárea); Estados Unidos 1; Honduras 1,2; Uruguay 1,3; Argentina, Chile y Brasil 1,4; El Salvador 1,7; Colombia 1,9 (casi 10 veces más que países bajos y el doble de Estados Unidos); Nicaragua y México 2,0; Costa Rica 2,1; Perú 2,3; República Dominicana y Guatemala 2,5; Panamá 3,2; Paraguay y Ecuador 3,4; Venezuela 4,8; Haití 6,5; Bolivia 6,6; Cuba 11,4 (57 veces más superficie que Países Bajos).

Yuca: Vietnam 5; Paraguay, El Salvador y Panamá 6; Brasil 6,5; Nicaragua 7; Perú, Venezuela y México 8; Colombia, Costa Rica y Argentina (10 el doble); Honduras 12; Bolivia 14; Ecuador y Cuba 16; República Dominicana 18; Haití 22; Guatemala 102 (21 veces la superficie empleada por Vietnam y 18 veces la utilizada por Paraguay)

Café: Vietnam 34 hectáreas; Brasil 56; Paraguay 75; Honduras 82; Estados Unidos 96; Nicaragua 103; Bolivia 108; Perú  y Guatemala 116; Costa Rica 119; Colombia 124 (3,6 veces Vietnam y más del doble de Brasil); República Dominicana 179; Haití 194; Panamá 222; Venezuela 294; Cuba 301; México           335; El Salvador 345; Ecuador 402 (doce veces Vietnam y siete veces Brasil).

El daño ambiental no se circunscribe solo al uso innecesario o desmedido del suelo para la producción de alimentos sino a otros factores que se derivan de la exposición una superficie excesiva que repercute en otras consecuencias ambientales como el mayor uso innecesario de las fuentes hídricas y la emisión de gases de efecto invernadero: entre ellas el metano:

Greenpeace alerta que “El metano es un potente gas de efecto invernadero, con un potencial de calentamiento mundial más de 80 veces mayor que el del dióxido de carbono (CO2) durante los 20 años después de su liberación a la atmósfera”.

De acuerdo con un reciente informe del Banco Mundial “En conjunto, los sectores de la agricultura, la energía, el saneamiento y los desechos representan entre el 90 % y el 95 % de las fuentes antropogénicas mundiales de metano”.

Las consecuencias sociales y económicas son de enormes proporciones. Esos aspectos los vamos a considerar en el microvideo No. 3 (el último de esta serie) previsto para el jueves 9 de enero. Estos microvideos puede circularlos mediante sus respectivos enlaces.