Para saber por qué hay cultivos de tomate en invernadero muy exitosos y otros que no lo son o no tanto, es necesario entender las variables que tienen que conjugarse imprescindiblemente.
En primer término, veamos las principales variables que presentaremos en siete videos bien cortos, Suscríbete y hzle clic a la campanita:
-. ¿Cuántas plantas de tomate por metro cuadrado? La clave para un cultivo EXITOSO.
-. El poder de los invernaderos: Optimizando el cultivo de tomate para MÁXIMA producción.
-. Riego y fertilización del tomate en invernadero: ¿La fórmula para un crecimiento ROBUSTO?
-. Soporte para tus tomates: Técnicas de tutorado para un cultivo EFICIENTE y PRODUCTIVO.
-. De la flor al fruto: Secretos para una polinización y cuajado EXITOSOS en tomate de invernadero.
-. Podas estratégicas para tomates INCREÍBLES: Deschuponado y despuntes en invernadero.
-. Tomates SANOS y FUERTES: Estrategias para prevenir y combatir plagas y enfermedades en invernadero.
¿Por qué estos títulos son los que vamos a abordar en estos siete MiniVideos?
Principalmente porque son esos siete temas de los que se han difundido mitos o ideas falsas que afectan el resultado, tanto en calidad como en cantidad, impactando el bolsillo de los productores de tomate de mesa.
El primero de esos siete puntos lo vamos a tratar hoy, en este primer Video:
¿Cuántas plantas de tomate por metro cuadrado? La clave para un cultivo EXITOSO
Aunque hay publicaciones que citan unas u otras cantidades de plantas por metro cuadrado, los fundamentos técnicos y científicos indican que debe ser entre 2,0 y 2,4 plantas/m2 a un solo eje (Nunca se puede dejar crecer chupones que se convierten en plantas adicionales).
El clima es el factor determinante para que se decida la cantidad de plantas/m2. Juegan papel determinante la temperatura, la humedad relativa y la ventilación. El invernadero tuvo que haberse diseñado específicamente para esas condiciones climáticas a partir del estudio técnico previo.
Para desvirtuar esos mitos que tanto daño han ocasionado, sostengo firmemente que el rendimiento no aumenta por incluir más plantas, sino porque se haga lo correcto con las plantas que deben ser, para que el cultivo desarrolle sus frutos de manera natural y se produzcan racimos completos, así:
Es indispensable respetar el espacio que requieren las plantas tanto en el suelo (raíces) como en el aire (follaje) por la luminosidad y la ventilación (polinización).
El tomate es muy exigente en luminosidad; requiere de días soleados y entre 8 a 16 horas de luz, para un buen desarrollo de la planta. La baja luminosidad, resultante de sobrepasar la densidad, afecta la floración, fecundación y desarrollo vegetativo de la planta, y reduce la asimilación de agua y nutrientes.
Cuidado con la densidad de siembra. Un error en ese sentido puede ser fatal en sanidad (plagas y enfermedades) y en productividad (resultado económico).
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