INNOVACIÓN: El Camino
La innovación , a la que el agro colombiano le dio la espalda, desde mitad del siglo pasado, está insólitamente excluida en los análisis indispensables para la toma de decisiones. Léalo por AGRONEGOCIOS-La República en el siguiente enlace: https://www.agronegocios.co/comentarios/ferley-henao-ospina-2704861/innovacion-el-camino-4105026
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El Informe Nacional de Competitividad 2024-2025 - Ciencia, Tecnología e Innovación, capítulo “INVESTIGAR PARA CRECER” sostiene : “ Identificar, utilizar, producir, transferir y apropiar nuevo conocimiento y tecnología, así como adoptar y adaptar tecnologías producidas en otras latitudes para afrontar los retos económicos, sociales y ambientales del país, tanto presentes como de cara al futuro, son tareas de la sociedad en su conjunto: la academia, el sistema educativo, el sector productivo, el sector público, y la sociedad civil”.
Sin embargo, el agro colombiano carece parcial o totalmente de las innovaciones que tanto aportan a la calidad y productividad agrícola: biotecnología, autoabastecimiento de insumos orgánicos, riego y fertirrigación, germinación protegida y controlada, análisis y enmiendas de suelos, esenciales para obtener resultados exitosos, como si se desconociera la existencia de estas innovaciones .
De cara a las crisis, es indispensable profundizar en las causas y no pretender solucionarlas con paños de agua tibia sobre los efectos, que es como “buscar el ahogado río arriba”.
El conocimiento, que ha evolucionado a ritmo tan acelerado, concibiendo nuevas formas de hacer las cosas para conseguir mejores resultados, con menos recursos (dinero, tiempo, agua, suelo) y reduciendo los daños sociales y ambientales, es indispensable incorporarlo al agro.
Los bajos y hasta bajísimos rendimientos de muchas especies que se producen en el agro colombiano, a la luz de las estadísticas FAO y UPRA-EVA, deben llevar a descubrir la o las causas de estos problemas, para acertar en el diagnóstico y por lo tanto en las soluciones:
Arroz: Uruguay 9,3 t/ha; Estados Unidos 8,6; Perú 8,1; Colombia 4,5 t/ha (menos de la mitad). Dentro de Colombia (por encima del promedio nacional): Huila 7,9 t/ha; La Guajira 7,7; Tolima 7,3; Atlántico 7,0; Santander 6,8; Cundinamarca 6,7; Norte de Santander 6,1; Valle 6,0; Magdalena 5,8; Meta 5,7; César 5,6; Cauca 5,5; (por debajo del promedio nacional): Sucre 4,3; Bolívar 3,8; Córdoba 3,4; Nariño 3,4; Caquetá 3,1; Antioquia 2,9; Vaupés 2,7; Putumayo 2,4; Amazonas 1,8 (menos de la cuarta parte que el rendimiento de Huila, Guajira o Tolima).
Maíz: Israel 17,3 t/ha; Estados Unidos 11,1; Chile 10,8; Colombia 4,1 (menos de la cuarta parte del rendimiento de Israel y casi la tercera parte de Chile y Estados Unidos).

Tomate: Países Bajos 410,2 t/ha; Estados Unidos 101,3; Uruguay 76,6; Colombia 51,6 (casi la octava parte del rendimiento de Países bajos y la mitad del de Estados Unidos).

Datos tan elocuentes deben hacer pensar, a los agricultores y con mayor énfasis a quienes orientan la política pública agropecuaria, sobre la importancia de la innovación para evitar que se siga produciendo por debajo del punto de equilibrio.
Los “Centros de Innovación, Investigación y Transferencia de Tecnologías para el Agro” , que los suizos denominaron Fincas-Escuela , son excelentes integradores de las técnicas y metodologías para producir eficientemente alimentos limpios, económicos, sostenibles, combinando la Agroecología con la innovación.
Agroecología para que se practique agricultura limpia e innovación para que los agricultores sean eficientes, rentables y competitivos de modo que contribuyan a mejorar los ingresos de las familias rurales y dinamizar la economía y el comercio de sus municipios.
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Leonardo vasquez:
2025-04-10
Totalmente de acuerdo